Reactivar un blog no es fácil. Es como dejar en pausa la vida y luego seguir, como si nada hubiera pasado.
Este año está siendo una pausa obligada en muchas áreas. Se han acabado las risas con los amigos en directo, los abrazos al verse, el jaleo en las calles que siempre asoma en primavera, el poder dar vueltas por ahí sin justificación alguna, los trabajos, los estudios, algunos proyectos, las salidas, los conciertos, los negocios, la intimidad, el silencio… Ahora nunca estoy sola y al mismo tiempo, el sentimiento de soledad es fuerte.
Reactivar una vida no es fácil. Es como dejar un blog en blanco mucho tiempo y luego seguir escribiendo, como si nada.
Escribir estos años ha sido imposible. No sólo por falta de tiempo, sino por falta de ganas, de motivación y enfoque. ¿Qué puedo compartir que sea valioso? ¿Escribo para compartir o escribo porque quiero? Escribir es imposible cuando no te da tiempo a digerir y poner orden. Y no hace falta caos para que te falte el tiempo.
Reactivar la creatividad no es fácil. Es como dejar un cuadro en boceto durante años y luego seguir pintando, como si la pintura siguiera fresca.
Pero a veces las pinturas se secan y se quedan viejas. Ya no sirven. Y te toca reponer todo lo que se ha desperdiciado. Cuesta un poco, pero vale la pena.
Volver a tocar música no es fácil. Es como parar de tocar tu instrumento favorito un día y no volver a sentarte frente a él durante años; y cuando vuelves a mirarte en su reflejo, sonríes pero miras con miedo. ¿Serás capaz de hacer que suene algo bonito otra vez?
¿Seré capaz?
¡claro que sí! yo me vuelvo a enganchar y allá que voy a leer tus entradas.
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