Si piensas en mujeres feministas del pop, estoy segura de que las primeras imágenes que visualizarás serán Madonna, Gwen Stefani, Alanis Morrissette…incluso Beyoncé (who run the world?).
Algunos me dirán que pueden remontarse incluso más allá y recordar canciones hecha himnos de las cantautoras de los sesenta y setenta. O la Movida madrileña (¿A quién le importa lo que yo haga?).
A todas ellas te respondería que sí,que han sido mujeres reivindicativas, con canciones fuertes, llenas de letras contundentes y ritmos poderosos.
Pero sin duda, pocos asociarían a la dulce y alegre Leslie Gore como una de las primeras mujeres activistas feministas en el mundo del pop. Sus hits de los sesenta, canciones que puede tararear cualquier generación tales como “It’s my party” o la alegre “Sunshine, lollipops and rainbows ” parecen alejarla de los estereotipos de mujer fuerte e independiente. Pero no te dejes engañar. Tras su apariencia de eterna adolescente, sus melodías suaves o su voz reposada, está el archifamoso “You don’t own me“, una canción que me fascina porque es un gol en la portería del machismo en toda regla. Y, actualización de última hora, la acabo de escuchar en la radio versionada por una tal Grace que la ha refrito con un poco de hip-hop. Estas cosas que pasan en el mundo pop actual, agotado de ideas.
Leslie Gore, que nos dejó el año pasado, fue de las primeras cantantes que se atrevió a cantar a la independencia femenina. No le hicieron falta ritmos frenéticos, estribillos pegadizos ni enseñar mucha piel. En una canción dulce, de tonalidad menor en las estrofas y tonalidad mayor en el coro, lanza uno de los mensajes más poderosos que podía difundir: No eres mi dueño. No me posees. No soy uno de tus juguetes. No te pertenezco.
A sus 17 años, esta joven neoyorquina de familia judía, es una de las precursoras de los movimientos musicales feministas. Cierto es que ella no fue la compositora de ESE tema en concreto…fueron hombres concienciados los que se atrevieron a poner en boca de mujer este mensaje tan importante, para que se le diese su lugar al mensajero también. La música es poderosa, ojalá siempre la usásemos para transmitir mensajes que cambiaran la sociedad.
Os invito a que escuchéis You don´t own me con atención para que podáis disfrutar la letra