O cómo la música vocal se reinventa, se divierte y aporta.
La primera vez que escuché a alguien tocar con una loop station flipé. Y eso que era mi amigo Qmins y ya sabía que era un portento de la música. Pero fue impresionante la cantidad de cosas que puede hacer uno solito. Él la usaba sobre todo para ritmos, ya que es batería (muy muy bueno) y quería desarrollar un proyecto en solitario con guitarra. La loop station fue la prolongación de su batera. Y me dejó completamente fascinada.
Una noche de mucho calor madrileño, hace ya unos cuantos años, otro de nuestros amigos músicos nos invitó a un concierto de alguien que no conocía en La Casa de los Jacintos, mítico lugar. Y el telonero resultó ser un muchacho al que no dejamos de pedir más y más canciones… Nos tuvo hipnotizados más tiempo del habitual con su loop station y su mágica versión de Strawberry Fields que acabamos cantando todos entre susurros.
Ya os había enseñado a otra reina de los loops en otra entrada, pero me ha parecido bien promocionar el producto patrio. Porque Jorge Ramírez-Escudero, que ese es el nombre de la persona detrás del (pedazo) artista, ya lleva tiempo dando guerra… pero como siempre Hyperpotamus, que es el nombre artístico de la bestia musical que ha creado, es más famoso fuera que dentro de nuestras fronteras.
Otros estilos de música tienen cabida, ¿les das una oportunidad?
Para romanticones, os dejo una versión que me han pasado hoy mismo.
Qué curioso!!!!! Yo sí le doy una oportunidad, me ya parecido una pasada!!
Bs
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Tú siempre abres los oídos a las recomendaciones… eso sí, hay de TODO, como en cualquier género musical. Bueno, buenísimo, y reguleroo malo. Besazos Maribel.. qué gustito tenerte de vuelta. 🙂
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Pues estaré pendiente de tus recomendaciones!!!!! Jajajaja
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