Si algo he practicado en mi vida, es la constancia. El trabajo perseverante, la consistencia. Nunca he sido la más brillante, ni la más mañosa; nunca la mejor pianista, ni la voz solista del coro. Jamás he sido la primera de la clase, aunque siempre tuve muy buenas notas. Nunca he sido la guapa del grupo de amigas, ni la más divertida, ni la más simpática o la más lista.
Aún así, no sé si por mi naturaleza tozuda y cabezota o por la educación que he recibido, he conseguido hacer las cosas. Empezar, terminar y hacerlo de la mejor manera posible. No siempre, claro. Cumplidos mis 18 existe un paréntesis en los que perdí un poco el rumbo. Pero, eh, todos tenemos nuestro momento “barco a la deriva” en la vida, ¿no?
En la educación y crianza de mis hijos, intento seguir este principio. Y cuesta. A veces, cuesta mucho. Cuando eran bebés he tenido que sacrificar minutos de paz por hacer las cosas de la manera que he elegido. Para no crearles cortocircuitos cerebrales y que comprendieran cómo funcionan las cosas, he tenido que ser firme y consistente en mis decisiones. Es el camino difícil… pero ha sido el camino que he elegido como madre. Ahora empiezo a ver resultados… me siento satisfecha.
Lucas entiende que si mamá dice no, es no. Que si mamá le dice no, es por una razón aunque no la entienda en el momento. Sabe que se puede rebelar y yo lo escucharé y lo seguiré queriendo… pero mi no, es no. Mi sí, es sí. No soy rígida con ellos, pero soy consistente. Requiere esfuerzo, pero creo que son cimientos sólidos que agradecen.
Siempre llega el punto en el que, agotada, cedo. Y siempre que he cedido he visto las consecuencias de una paz ficticia, que dura hasta el siguiente conflicto de intereses. Lo que me da fuerzas para volver a practicar al sendero de cabras que es ser una madre consciente de la vida que quiere transmitir a sus hijos.
¿Cuál es vuestro valor “estrella” en la crianza?
Por ahora no sé cual es mi valor “estrella”, intento hacer las cosas como puedo y voy aprendiendo (porque saber la verdad que no sé), pero tu constancia me parece un buen ejemplo a seguir. Me quedo en ese sendero de cabras del que a veces me han entrado ganas de salirme para ir por el camino fácil. Besos
LikeLike
Pues la consistencia de la que hablas y creo que la paciencia y el ejemplo.
Bs
LikeLike
Muy importantes…y difíciles de conseguir. Muaks!
LikeLike
espero no haber parecido pretenciosa… Creo que yo estaré toda mi vida en el camino de cabras, aprendiendo, equivocándome, doing my best y acertando a veces. Aprendo mucho de todos vosotros y lo que leo y observo me da mucha perspectiva en mi vida como.madre. Besos!
LikeLike