Hace cinco años, mi vida cambió para siempre. Iba concienciada de que cuando viese tu pequeña carita, pasaría a ser “la mamá de“… pero no estaba preparada para el vuelco que diste a mi ser.
Hace cinco años empezó esta carrera de ser mamá: soportar el cansancio extremo, luchar con un torrente de emociones contradictorias, ser mucho más introspectiva, enfrentarme a mis miedos, llorar desconsolada, reír hasta que te duelen incluso las pestañas, dudar de todo, empezar de nuevo, redefinir cada uno de los conceptos que había asumido en la vida, ser valiente, enterrar mi egoísmo, amar de la forma más sana y pura que puedo imaginar, empatizar con los demás, abandonar la rigidez, sanar mis heridas…
Hace cinco años los dos comenzamos una nueva andadura… juntos. Y no podría ser más feliz siendo tu mamá. Lucas, felicidades y gracias, mil veces gracias, por llegar a mi vida. Gracias por ser el principio de tantas cosas bonitas, el motor que da fuerza a nuestros sueños, la ilusión que una vez perdí…
Felices cinco años de vida, Lucas. Haciendo honor a tu nombre, has traído mucha LUZ a mi vida.
Te quiero.