Lo que está pasando en mi casa es una delicia… La música es el telón de fondo de la familia y va variando según profundizamos en una u otra banda, según tropiezas con algo nuevo o enlazas con algo similar. La música es taaaaaaaaaaaaan infinita, que esto sólo puede ir a mejor con el paso de los años.
El caso es que cada persona de nuestra pequeña familia tiene sus propios gustos musicales; incluso los pequeños tienen bastante definido (por épocas, claro) lo que quieren escuchar. Hasta ahora siempre era: un poquito de esto para Lucas, un poquito de esto para Stella, otro de aquello para él y luego mamá, un ratito de música de su interés. Pero ahora, hemos llegado a un punto común: el jazz.
Siempre me ha gustado mucho, pero reconozco que es un estilo que puede aturdir a las personas que no estén muy por la labor. De hecho, mi marido no era muy entusiasta, pero poco a poco… ha caído en la tentación.
Todo empezó con Stella. Sí, cuando Stella nació en vez de un pan debajo del brazo, llevaba un tambor, unas zapatillas de baile y un micrófono. Es ritmo puro, melodía cantarina… y su película favorita no podía ser otra: “The Aristocats“.
Así que después de verla doscientas mil veces, caminar todos como gatos para jugar con ella, tener mi pobre piano mareadito y todos los efectos colaterales del visionado excesivo de la película, vino lo bueno. A los niños les gusta el jazz. Marido ha encontrado su camino hacia el jazz mediante experimentación con su propia banda, regalos oportunos en navidades (jejeje, me declaro culpable) y una serie que teníamos pendiente: Treme. Ambientada en New Orleans tras el huracán Katrina, la serie es toda una joya para entender la cultura de la ciudad en la que surgió este estilo musical. Los funerales son increíblemente distintos. Yo quiero marcharme de este mundo entre música también.
Lo que más me gusta es que es un género muy amplio, con mucha variedad de estilo, así que no nos aburrimos. Se nota que es una música mestiza. Tiene tintes de gospel y blues, pero se nota la influencia de la técnica de la música clásica europea.
Si nos levantamos con ganas de relax, recurrimos al jazz de los orígenes.
Si estamos un poco bailongos, un ratito de swing, ya sean compilaciones míticas o mezclas modernas. O hard bop…que a mí me gusta mucho porque es un poco loco. Aunque para loco, Sun Ra y sufree jazz.
Un poco de be-bop para las tardes perezosas de lectura, o cool jazz.
O Thelonious Monk para ayudarme en las tareas hogareñas.
Y para el que quiera investigar más, a partir de ahí, hay de todo: cantantes femeninas como Diana Krall, Norah Jones…Big Bands modernas que recrean el swing de antaño, grandes pianistas como Chick Corea o artistas nacionales que fusionaron como Iturralde… Incluso tenemos a Woody Allen, que trata de resucitar el espíritu de los Jazz Cats (los músicos de jazz), los más cañeros tenéis el Acid- Jazz y los que prefieren la música fusionada, tenemos producto patrio: jazz y flamenco.
¿Os animais a escuchar un poquito? Feliz viernes.
Guauuuu, o debería decir miauuu? Jejeje. La verdad q lo describes de una manera q ahora mismo me cogía la maleta y me iba a Louisiana, Nueva Orleans, donde haga falta para saborear esos ritmos. Pero como de momento esta difícil la cosa voy a empezar por rebuscar y escuchar tus recomendaciones, q se están convirtiendo en mi habitual para descubrimientos musicales d los buenos. Feliz y musical finde!!! Muaks
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Me alegro un montón. Es que la música es… eso, infinita. Un besazo y ten un fin de semana estupendo.
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No podría vivir sin música, gracias por descubrirnos un poco más. No estoy yo muy puesta en jazz pero seguiré tus recomendaciones, seguro que me gusta! Un besote
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Mmmmmm! Estoy tan aburrida de escuchar la misma música y tan falta de inspiración para rebuscar… Y vienes tú y nos regalas esto. Gracias, gracias, gracias!
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:* Ya llega la primavera… toca música alegre y disfrutable.
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Si me dices qué tipo te gusta, te busco autores que te puedan gustar. 😉 Un besazo Eva.
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