Con pena y pesar, me despido de otra amiga que se marcha. No es una amiga más… Llegó en un momento algo delicado de mi vida. Y se quedó.

Ha pasado por todos mis procesos, apoyándome, queriéndome, perdonándome cuando ha hecho falta y poniendo un poco de “belleza” a mi vida. Porque ella es así: bella por dentro y por fuera. Mucho.

Mi querida amiga es amante de las cosas bellas, es apasionada y entregada, pero racional y trabajadora. Es una luchadora incansable aunque ella diga que muchas veces es pesimista. Nunca deja nada a medias. Si empieza algo, lo termina… y no sólo lo hace, sino que siempre hace todo con excelencia y dedicación.

Nuestras conversaciones cubren un rango amplio, desde Gramática a Literatura, de familia y amigos, de sus amadas perritas a viajes, de nuestras frustraciones, de nuestros futuros… Echaré de menos tantas cosas… Siempre tengo ganas de más “brunches”. películas en versión original, trivial en inglés (palizones que da la señorita), “La importancia de llamarse Ernesto” o “Cinco horas con Mario”.

Últimamente no nos veíamos tanto como nos gustaría, porque llevamos vidas locas. Soy madre y ella es estudiante-trabajadora en último año universitario. La vida, a veces, separa. Pero quiero que sepas que siempre seremos amigas y que puedes contar conmigo. Igual que yo sé que siempre he podido, puedo y podré contar con tu amistad.

Lejos, pero nunca demasiado… porque para eso están las amigas que hacen una diferencia para siempre en tu vida.

Citando a uno de nuestros autores:

“Amigo se escribe sin
hache, pero cuando es un amigo de verdad,
entonces se escribe con hache, porque se le
llama “hermano“…“