Ser maestra es duro y gratificante. Sobre todo en esta época de exámenes finales- algún día escribiré lo que pienso de las “fantásticas” formas de evaluación a las que nos obligan. Existen días de desierto cerebral y otros en los que, mis queridos alumnos, están sembrados.
A veces anoto sus ocurrencias en una pequeña libreta, pero debería hacer un recopilatorio con todas las anécdotas que llevo vividas.
Ayer, sin ir más lejos, uno de mis estudiantes me soltó tan pancho:
– Teacher, can I GOrrow a pen, please?
– BOrrow, BOrrow…
– Ah, eso… es que me he liado con lo de ir al “toilet”.
Tal cual. Y lo peor es que volverá a repetir el Gorrow la semana que viene. Estoy segura.
Los pequeñitos insisten en repetir cada principio de curso eso de:
My name “iks“… en lugar del simple “is“. Será que cuando es fácil, ya no nos mola tanto la idea de hablar inglés.
El “chicken in the kitchen” es un espectáculo. En cada juego de pruebas que hago, les obligo a repetirlo tres veces seguidas, lo más rápido que puedan. Como Dorothy en el Mago de Oz con su “There´s no place like home“. No falla: “Kitchen in the chicken“. Lo cambian TODOS.
Confusiones entre desert y dessert. Otras correcciones de exámenes en los que bailan “I work as a loyal” en lugar de lawyer… O traducciones locas de la palabra embarrased (embarazada, la mayoría de las veces).
Por si fuera poco, en casa, el idioma estrella es el Spanglish. Así tengo a Stella con:
– Mamá, ponme los socketines rosas, anda.
O a Lucas con:
– Mommy, ¿estás cansada? ¿Por qué? ¿Te duelen las leggas?
Aunque claro, con el padre “setteador de trendas” que tienen… tampoco es de extrañar.
Así que, no os extrañéis si algún día pongo alguna burrada o no conseguís entender lo que escribo. Tengo el cerebro en modo mezcla y esto va “in crescendo”.
Aprendí inglés con los Beatles. Se les entendía genial y las letras eran simples (aunque ellos mismos pegaban unas patadas al diccionario que…uff).
Comparto mi vida con una mujer bilingüe y encima apasionada. Hay etapas que me da por escuchar indies americanos y canto “stay of this laraleigh ough” y ella mira, se avergüenza y mira hacia otro lado.
Pero…¿lo que mola qué?
Pd. Las ocurrencias de los niños son tan simples como geniales.
Abrazos
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Jajajjaja, sin fuera alumna tuya te desquiciaría!!! Mi inglés es lo peor, le pongo ganas pero oye, que mi oído va a su marcha!
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No me desquiciarías. ¡Estaría encantada! Nos echaríamos unas risas…compartidas, no burlonas…y aprenderlas un montón. :*
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Me encanta el spanglish sobre todo de tus peques jajaja que buenos son!
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Jajajajaja… mi marido no se mete conmigo, pero mis hijos… ni te imaginas! jajajaja. yo también sigo cantando las canciones “como si no supiera inglés”. Molan más.
The Beatles son geniales para empezar a hacer oído con este maraviloso idioma. Un abrazote y gracias por pasarte una vez más por aquí. 🙂
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Son unos graciosillos. Me parto con ellos. Un abrazo Eva. ¿Puedo hacer petición para que abras blog prontito? Anímaaaaateeeee
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Jajajaja!!!!! Yo tengo una amiga mejicana q hablaba spanglish genial! Y yo tuve un tiempo q watcheaba películas 😉
Me encanta el spanglish d tus enanos!
Bs
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Está claro, eso que en la RAE suelen decir de que el lenguaje es algo “en movimiento” en vuestro caso es literal… ahí estáis, innovando!
Un besito Noemí!
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